Inicialmente, la tarjeta Diners Club se utilizaba únicamente en restaurantes locales de la ciudad, pero se expandió rápidamente para incluir otros comercios donde se pudiera pagar sin necesidad de llevar efectivo. Esta innovadora forma de pago requería que los clientes pagarán el saldo total al final de cada mes; ¡aún no se podían dividir las compras en cuotas! Su crecimiento fue rápido y, para 1951, Diners Club ya contaba con 42,000 miembros y se había expandido a las principales ciudades de Estados Unidos, formando así una nueva comunidad. Dos años después, en 1953, ya se había internacionalizado y la tarjeta se aceptaba en Canadá, Cuba, México y el Reino Unido.

Muy pronto, para 1955, se había extendido por todo el mundo, incluyendo Europa, Asia y Oriente Medio. En 1958, el Diners Club llevó a cabo su primera gran campaña publicitaria televisiva como patrocinador del equipo de fútbol americano, los Giants de Nueva York y  también, incursionaron en la industria de viajes, cuando las agencias de viajes de las principales ciudades comenzaron a aceptar la tarjeta para la compra de boletos de avión, barcos y cruceros. 

Ser parte del club ya no solo se trataba de cenar, sino de conectarse a través de deportes, viajes y otras actividades que disfrutaban los miembros. Incluso el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos se convirtió en su aliado, al comenzar a exigir registros detallados de los gastos de las empresas, lo que ayudó a aumentar la demanda de las tarjetas Diners Club. El auge fue tal que durante el campeonato de peso pesado Floyd Patterson vs. Roy Harris, más del 25% de los 200.000 dólares gastados por los espectadores esa noche se cargaron en tarjetas Diners Club. En 1959, alcanzaron el millón de socios y comenzaron a cotizar en la Bolsa de Nueva York.